martes, 22 de septiembre de 2015

Ejemplo de comentario crítico de texto resuelto


La pobreza es real

juan josé millás 25.01.2014 | 02:10
Los del Foro de Davos, que tienen mucha pasta, podrían patrocinar un encuentro anual de indigentes económicos para ver qué opinan los pobres acerca de la situación mundial. ¿O solo las opiniones de los ricos nos interesan? Les saldría tirado de precio y mejorarían su imagen de marca. ¿Qué cuesta reunir a 200 necesitados en un hotel, no sé, de Benidorm, en temporada baja? Cuatro euros. Si Coca Cola estuviera entre los impulsores de esta idea revolucionaria, lavaría el desperfecto que está llevando a cabo con el cierre de cuatro o cinco plantas que va a dejar en la calle a 700 personas. No es fácil compatibilizar la chispa de la vida y los congresos sobre la felicidad con el despido innecesario de trabajadores. Pero si patrocina el Foro de Benidorm, se lo perdonamos. Aquí se perdona todo. De hecho, el foro de Davos debería estar prohibido mientras entre sus conclusiones no aparezca la necesidad de acabar con los paraísos económicos y con el trato fiscal de privilegio para los ricos. Ya lo dijo aquel millonario: Pago yo menos impuestos que mi secretaria. Las opiniones de los del Foro de Davos no tienen mayor relevancia que la del señor que pide limosna a la puerta de la parroquia, y no solo porque acudan a él gente de la solvencia intelectual de Ana Botella, sino porque el pobre de la puerta de la parroquia puede narrar con detalle cómo llegó ahí desde la clase media. Significa que el Foro de Davos está completamente cojo sin el complemento del Foro de Benidorm. Por cierto, que no hemos hablado de los beneficios ideológicos que supondría para esta ciudad, o para cualquier otra, la celebración de esta suerte de congreso. Deberían empezar ya a ofrecerse, no nos vaya a ganar la partida un país nórdico. Las noticias que se refieren a Davos utilizan el término "líderes" para referirse a sus participantes. Líderes por aquí, líderes por allá, líderes por acullá. Aceptar, por seguir con el ejemplo, a Ana Botella como líder viene a ser como aceptar pulpo como animal de compañía. Hay algo en ese Foro profundamente anormal, falso. En el de Benidorm, si finalmente se celebrara allí, todo sería auténtico. Pocas cosas tan reales como la pobreza.


Comentario:

El artículo de opinión “La pobreza es real” tiene como tema el concepto de que se da mucha importancia a grupos de expertos adinerados como el Foro de Davos mientras no se escucha lo que piensan los más pobres.
Como resumen, destacamos que en el artículo citado, el autor, Juan José Millás propone con cierta dosis de ironía la utópica idea de que se cree un foro de la pobreza en donde en lugar de reunirse los ricos a hablar de los problemas mundiales, se reúnan los pobres. El autor argumenta lo barato que saldría y cómo serviría para limpiar la imagen de empresas como Coca-Cola, que tras el reciente despido de centenares de personas en una fábrica Española ha quedado en cierto descrédito. Sobre todo plantea el escritor que este foro propuesto por él tendría una mayor dosis de realidad que el de Davos, en el que encuentra algo “profundamente anormal, falso”.
En lo referido al esquema organizativo, el texto comienza con una introducción, en el primer párrafo, en donde el autor expone al menos una parte de su tesis, a saber, que debería crearse un foro donde se escuche las voces de los pobres. Esta primera parte comprende desde “Los del foro de Davos (...)” hasta “¿O solo las opiniones de los ricos nos interesan?.
Encontramos una segunda parte donde se desarrolla un proceso argumentativo que sostiene la tesis y aporta datos concretos e ideas. Esta segunda parte, de desarrollo, comienza en “Les saldría tirado” y finaliza en “como animal de compañía”. En esta segunda parte encontramos algunos argumentos que sostienen la tesis, como, por ejemplo, un argumento del tipo generalización indiscutible, puesto que resulta evidente, como dice, que “Les saldría tirado de precio” “reunir a 200 necesitados en un hotel, no sé, de Benidorm, en temporada baja”. Además en este primer párrafo hallamos una idea secundaria como es el despido de 700 trabajadores por parte de la empresa Coca-Cola; Millás cita este ejemplo como argumento de contraste al contraponer lo que predica la empresa, alude a su eslogan “La chispa de la felicidad”, frente a la realidad del despido de centenares de trabajadores.
Todavía en esta segunda parte, aunque ya en el segundo párrafo se utiliza el argumento de la cita aludiendo a una anécdota ya de dominio público cuyo protagonista no desvela, nos referimos a cuando escribe “Ya lo dijo aquel millonario: pago yo menos impuestos que mi secretaria”. Aquí introduce con este proceso otra idea secundaria, que es la necesidad de acabar con los paraísos fiscales para evitar que los más ricos no paguen impuestos. En esta parte además el autor ironiza hablando de la “solvencia intelectual” de Ana Botella, que forma parte del Foro de Davos, utilizando como argumento de verdad evidente el dar por supuesto que la ex alcaldesa de Madrid no es una referencia intelectual pese a estar en el foro; en esta idea se explaya a lo largo del tercer párrafo también, cuando utiliza el argumento de la analogía y da a entender que el carácter de Ana Botella cómo líder es similar al del pulpo como animal de compañía.
Por último, la tesis la completa al final del último párrafo, desde “Hay algo” hasta “como la pobreza”, en donde da a entender que, desde su punto de vista, el Foro de Davos es falso mientras, como nos indica en el título del artículo, la pobreza es real, motivo por el que debería escucharse lo que piensan los pobres.
Desde mi punto de vista, considero que las opiniones de Juan José Millás están muy acertadas y tiene la virtud de poner el foco donde debe estar. Nos hace reflexionar sobre la idea de que los medios de comunicación, y los lectores, deberían fijarse menos en los ricos del Foro de Davos, pues considera que tienen una versión sesgada e interesada de la realidad. Coincido con el autor y creo que su propuesta, aunque tenga un carácter utópico e irónico, debería ser una realidad. Cabe preguntarse cuántas veces hemos escuchado hablar en televisión a los pobres, a los pobres de verdad y de diferentes condiciones, exponer cuáles son sus problemas y sus propuestas para solucionarlos. Los pocas veces que aparecen indigentes en televisión o en medios de comunicación suele ser para tratar su problemática desde una perspectiva amarillista y sensacionalista, en programas de telerrealidad como Callejeros. Y todavía cabría preguntarse más, ¿cuántas veces han podido esos pobres, esos indigentes, plantear sus problemas a quienes tienen posibilidades de resolverlos, a los ricos, a los políticos? Considero, por tanto, que se hace necesario no solo poner el foco en las personas que sufren la pobreza (pues los ricos ya se preocupan ellos mismos de ser cada día más ricos) sino, además, que expongan sus necesidades en entornos donde se les trate con respeto y se les tenga en cuenta.

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