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Historia: Guerra civil Española
La Guerra
Civil Española se
desencadenó en España tras
el fracaso parcial del golpe
de Estado del 17 y 18 de julio de 1936llevado
a cabo por una parte del Ejército contra
el gobierno de la Segunda
República
comenzó
una guerra
civil que
concluiría el 1
de abril de 1939 con
el último
parte de guerrafirmado
por Francisco
Franco,
declarando su victoria y estableciendo una
dictadura que duraría hasta su muerte el 20 de noviembre de 1975.
Antecedentes:
Después de la Primera Guerra Mundial, España atravesaba una difícil
situación política, económica y social. en
1923, el General Primo de Rivera decidió dar un golpe de Estado para
liberar a España de “los políticos profesionales…, responsables
del período de infortunio y corrupción que se inició en 1 898”.
en
1931, el dictador Primo de Rivera fue obligado a dimitir por el
pueblo, incluso por su propio partido, la Unión Patriótica,
A
continuación se
proclamó la Segunda
República y
se dio la Constitución de 1931. Convocada a elecciones fue elegido
como presidente Niceto Alcalá Zamora.
El nuevo sistema atravesó una etapa violenta, turnándose 13
gobiernos durante cinco años El Parlamento tuvo que renovarse por
elecciones, durante tres oportunidades. Se alternaron socialistas y
derechistas, En
1933, al año siguiente de la toma del poder por Hitler, José
Antonio Primo de Rivera hijo del dictador, fundó otro partido, la
Falange Española,
conformada por la alta burguesía y la aristocracia madrileña y
bajoandaluza, partidario de Alemania e Italia.
Tras
la victoria del bando de izquierda continuaron una serie de acciones
terroristas que pretendían movilizar a la masa contra el gobierno,
en el caso de los atentados de los falangistas y grupos de derecha, y
para responder a los primeros en el caso de los grupos de izquierdas.
Solo en el mes de febrero ya se contabilizaban por centenares
los fallecidos en este tipo de acciones contra la situación
política, social y económica del país.
El
16 de abril de 1936 uno de los hombres de José Castillo, un
instructor de las milicias de la juventud socialista, asesinó a
Andrés Sáenz de Heredia, primo del mismísimo José Antonio
Primo de Rivera. Como represalia el 12 de julio fue
asesinado el propio José Castillo. Este hecho desencadenó la
venganza de la izquierda que terminó con la vida del diputado de
Renovación Española, José Calvo Sotelo, al mismo día siguiente.
Este asesinato del líder de la derecha terminó por decantar la
balanza de los indecisos al golpe de estado (entre los que, según
Paul Preston, se encontraba el propio Franco)
a llevar a cabo una acción que conllevaría un conflicto bélico en
nuestro país.
El
17 de julio de 1936, cuatro días después del asesinato de Calvo
Sotelo, el General Francisco Franco, encabezo un levantamiento
general en las Islas Canarias,
para luego pasar a Marruecos español, siendo secundado por otras
guarniciones en la península.
El alzamiento militar fue considerado por sus protagonistas como un pronunciamiento del ejército, “unido a las demás fuerzas de la nación”, para restablecer el orden publico, el principio de autoridad y para defender la unidad de España.
Así se inició una sangrienta guerra civil entre dos frentes. Por un lado, los izquierdistas, apoyado por Rusia, Francia e Inglaterra y, por otro lado, los derechistas, con el respaldo de la Italia de Mussolini y la Alemania de Hitler.
Los militares golpistas de África atravesaron el Estrecho de Gibraltar, en agosto de 1936. En setiembre conquistaban Toledo, liberando a los soldados franquistas, que se encontraban sitiados en el Alcázar de Toledo. Poco después, el 1º de octubre del mismo año, Franco fue designado Jefe de Estado.
El alzamiento militar fue considerado por sus protagonistas como un pronunciamiento del ejército, “unido a las demás fuerzas de la nación”, para restablecer el orden publico, el principio de autoridad y para defender la unidad de España.
Así se inició una sangrienta guerra civil entre dos frentes. Por un lado, los izquierdistas, apoyado por Rusia, Francia e Inglaterra y, por otro lado, los derechistas, con el respaldo de la Italia de Mussolini y la Alemania de Hitler.
Los militares golpistas de África atravesaron el Estrecho de Gibraltar, en agosto de 1936. En setiembre conquistaban Toledo, liberando a los soldados franquistas, que se encontraban sitiados en el Alcázar de Toledo. Poco después, el 1º de octubre del mismo año, Franco fue designado Jefe de Estado.
Ambos
bandos cometieron y se acusaron recíprocamente de la comisión
de graves
crímenes en
el frente y en las retaguardias, como sacas
de presos, paseos, desapariciones
de personas o tribunales extrajudiciales.
La dictadura
de Francoinvestigó
y condenó severamente los hechos delictivos cometidos en la zona
republicana, llegando incluso a instruir una Causa
General,
todo ello con escasas garantías procesales. Por su parte, los
delitos de los vencedores nunca fueron investigados ni enjuiciados
durante el franquismo, a pesar de que algunos historiadores7 y
juristas8 9 sostienen
que hubo un genocidio en
el que, además de subvertir el orden institucional, se habría
intentado exterminar a la oposición política.
El
número de víctimas civiles aún se discute. Algunos afirman
exageradamente que la cifra se situaría entre 500 000 y
1 000 000 de personas.2 Muchas
de estas muertes no fueron debidas a los combates, sino a la
represión en forma de ejecuciones sumarias y paseos.
Esta se llevó a cabo en el bando sublevado de manera sistemática y
por orden de sus superiores, mientras en el bando republicano se
produjo de manera descontrolada en momentos en que el gobierno perdió
el control de las masas armadas.308 Los
abusos se centraron en todos aquellos sospechosos de simpatizar con
el bando contrario. En el bando sublevado se persiguió
principalmente a sindicalistas y
políticos republicanos (tanto de izquierdas como de derechas),
mientras en el bando
republicano esta
represión se dirigió hacia simpatizantes de la reacción o
sospechosos de serlo y sacerdotes de
la Iglesia
Católica,
llegando a quemar conventos e iglesias y asesinando a obispos,
sacerdotes, religiosos y religiosas. Es incalculable la pérdida en
el patrimonio histórico y artístico de la Iglesia Católica, pues
se destruyeron unos 20 000 edificios —entre ellos varias
catedrales— incluyendo su ornamentación (retablos e imágenes) y
archivos.
Tras
la guerra, la represión franquista inició un proceso represivo
contra el bando perdedor, iniciándose una limpieza de la que fue
llamada La
España Roja y
contra cualquier elemento relacionado con la República, lo que
condujo a muchos al exilio o la muerte, produciéndose el robo de
bebés de padres republicanos, que aún a día de hoy desconocen, en
muchos casos, su identidad. Durante ese tiempo, hablar de democracia,
república o marxismo era ilegal y perseguible.
El
exilio forzoso de muchos represaliados antes, durante y después de
la guerra es difícil de cuantificar. Según su situación geográfica
y sus preferencias políticas se optó entre salir por mar, cruzando
el océano para pasar a países sudamericanos en su mayoría o el mar
los más pudientes para ir a Inglaterra o Francia. O por tierra
cruzando los Pirineos al lado galo, país que muchos eligieron por su
cercanía con España y su creencia de buena acogida, demostrándose
su error con hechos como los campos de concentración de Bram.
GUERNICA
"Escuchamos
caer una bomba, y otra, y otra, y otra… Aquello parecía no tener
fin. Y cuando salí del refugio antiaéreo, encontré ante mí un
paisaje aterrador. Todo mi pueblo estaba ardiendo, convertido en una
gigantesca bola de fuego".
Luis Iriondo tiene 94 años. Pero aún recuerda como si fuera ayer
la pesadilla que vivió en Gernika, en el País
Vasco, hace hoy 80 años.
ernika
fue sometida a un feroz ataque aéreo con bombas explosivas,
incendiarias y ráfagas de ametralladoras lanzadas contra la
población civil desde los aviones.
En poco más de tres horas cayeron sobre esa pequeña localidad de
ocho kilómetros cuadrados, en la que en esos momentos había unas
10.000 personas, un total de 1.300 kilos de bombas según
las fuentes más moderadas, 40.000 según otras.